Hotel Julio César: «veníamos a un hotel cerrado a pensar el futuro»
El propietario de estos dos importantes establecimientos turísticos de la Provincia y al mismo tiempo Presidente de la Asociación Misionera de Hoteles, Bares, Restaurantes y Afines (AMHBRA) compartió con nosotros su experiencia y su esfuerzo en un año complicado para el turismo.
Ezequiel Bermejo: ¿Cuántos años hace que estás en este rubro?
Gustavo Alvarenga: Inauguramos el hotel el 5 de agosto de 1991. Así que vamos a cumplir 30 años en Posadas. Mi familia no era del rubro turístico.
EB: ¿De qué rubro eran?
GA: De la construcción. Mi viejo era ingeniero civil, tenemos todavía la empresa constructora que fundó mi padre hace más de 50 años. Él falleció hace 4 años. Nosotros seguimos el legado de él con mis hermanos, no soy el único propietario sino que esto es de la familia. Para diversificar, pues la Argentina venía con algunos tumbos económicos, y para no poner los huevos en una sola canasta, hicimos el hotel. Se tenía una idea, aun cuando no hicimos un gran plan de marketing para ver si era conveniente o no poner un hotel. Esto era un terreno familiar y se decidió incursionar en la parte turística, que ya venía en el ’83, con el gobierno de Cacho (NdR: Ricardo Barrios Arrechea, gobernador de la Provincia entre 1983 y 1987), con un gran impulso, y de allí surge la idea, porque Misiones, en el rubro turismo, venía fuerte.
EB: Cuando ustedes incursionan en esta actividad, allá por los años ’90, y comenzaron a trabajar y desarrollar la clientela del hotel y la penetración en el mercado nunca se imaginaron el 2020 con el que nos íbamos a encontrar.
GA: ¡Jamás! Nosotros tuvimos un gran percance, no me acuerdo bien el año, en el que tuvimos el hotel cerrado una semana por una cuestión de corte de luz que fue un cimbronazo y pensamos que eso era lo peor que nos podría haber pasado. Encontrar el hotel oscuro es muy fuerte. Pero con esto nos encontramos el hotel con la cerradura puesta durante casi 6 meses.
EB: La actividad turística literalmente se apagó. Y se apagó de un día a otro. Me gustaría saber cuál fue la primera idea que se te vino a la cabeza cuando supiste que el turismo en Misiones, en la Argentina y en el mundo se iba a detener.
GA: Nosotros ya veníamos avizorando esto 10 días antes. Recibimos una comunicación el 12 de marzo del Ministerio de Turismo de la Nación avisando que teníamos que empezar a cerrar los hoteles y no recibir más turistas. Leer eso, la verdad, fue una sensación horrible, fea, más allá de la incertidumbre sanitaria que uno tiene.}
EB: ¿Con quién compartiste primero esa información?
GA: Con todos los colegas. La verdad, no sabíamos hacia dónde ir. A mi justo me toca toda esta situación siendo Presidente de la Asociación. O sea, no me pude guardar en mi casa durante la cuarentena, tuvimos que salir a apagar incendios, no sabíamos para dónde correr, era una situación nueva para todos. Si uno quiebra por una situación económica… tenemos un cierto ejercicio, digamos, de los cimbronazos económicos. Pero esto en realidad fue: “Cierren. Echen a todos los clientes en cuanto puedan y cierren el hotel”. Y a medida que los clientes se iban, nosotros apagábamos las luces del hotel y tuvimos que poner el candado. Hoteles y restaurantes. Los restaurantes, por suerte, pudieron abrir antes que nosotros. Todavía hay hoteles que están cerrados a lo largo y a lo ancho del país, y en la provincia también, porque todavía hay una incertidumbre. Obviamente que estamos mucho mejor que hace 6, 7 u 8 meses atrás, pero esos primeros meses fueron terribles. A mí me llamaban colegas llorando, literalmente, porque tenían que echar a sus clientes. Incluso algunos aún tenían clientes y tenían denuncias de sus vecinos porque los acusaban de tener turistas escondidos.
“Hay mucho desempleo en el rubro en todo el país, sobre todo en la parte gastronómica, restaurantes y bares, cuyos dueños no pudieron sostener los alquileres. Hay ciudades sanitariamente más complicadas que nosotros y tuvieron sus aperturas mucho después que en Misiones, donde vivimos cierta burbuja respecto de otras provincias”. Gustavo Alvarenga.
EB: ¿Cuántos quedaron en el camino después de todo esto?
GA: No tenemos un número exacto, porque tampoco sabemos cuántos van a poder abrir. Sí sé de algunos colegas que ya dijeron que no iban a abrir. Una cosa es cerrar un hotel, donde la mayoría son dueños del local, y otra un restaurante. Hay mucho desempleo en el rubro en todo el país, sobre todo en la parte gastronómica, restaurantes y bares, cuyos dueños no pudieron sostener los alquileres. Hay ciudades sanitariamente más complicadas que nosotros y tuvieron sus aperturas mucho después que en Misiones, donde vivimos cierta burbuja respecto de otras provincias. Hubo restaurantes que tardaron entre 6 y 7 meses en abrir y entonces no pudieron sostener el alquiler y se vieron obligados a cerrar. El dueño del local te puede aguantar uno o dos meses, pero también vive de eso, entonces te pide el local para poder alquilarle a otro rubro.
EB: ¿Cómo te sentiste estos 6 meses? ¿Comprendido, acompañado? ¿Hubo algún momento de “bajón”? ¿Pensaste en algún momento en terminar con la actividad hotelera?
GA: No, terminar no. Si tuvimos incertidumbre en la parte económica, por saber si íbamos a poder sostenerlo. En ningún momento se me ocurrió el “Cierro la puerta acá y no me importa nada”. Nosotros vivimos de esto. Desde un primer momento, con el equipo de gente de confianza que tengo, veníamos todos los días al hotel cerrado y nos sentábamos a pensar cómo iba a ser el futuro, y las cosas que teníamos que hacer. Algunas cosas se dieron, otras no, Pudimos abrir. Abrimos el hotel por una cuestión personal, aunque no sea económicamente rentable. Tal vez uno lo pueda hacer porque esto es de uno y teníamos espalda: gastamos muchísimos ahorros que teníamos para poder reinvertir en el hotel en pagar gastos: luz, agua, impuestos que siguieron viniendo, parte de los sueldos. Por suerte, el ATP nos ayudó bastante: no alcanza. Pero cuando tenés caja cero nada te alcanza. No hay un futuro del que uno pueda decir cómo va a estar dentro de 6 meses: lo único que te puedo decir es qué es lo que va a pasar mañana.
Cambian las reglas todos los días, porque es lo sanitario lo que lleva a eso. Tuvimos un diálogo permanente desde el primer día con el gobierno provincial: tanto con el Ministerio de Turismo, como con el Ministerio de Economía como con el Gobernador, que nos atendieron siempre. Obviamente: de las cincuenta cosas que les pedimos… y bueno, nos dieron cinco, porque nada alcanza, pero…
EB: Así es el diálogo: siempre se piden cincuenta y se dan cinco. Para eso se piden los cincuenta…
GA: … a veces salimos contentos y a veces pichados, como decimos acá en Misiones.
EB: Vos tenés este hotel Julio Cesar, urbano, de 250 plazas, 100 habitaciones, algo muy grande, difícil de manejar y de mantener, sobre todo en épocas de apogeo. Me imagino que cuanto más uso tiene más desgaste tiene.
GA: Se gasta más estando cerrado. Yo veía cómo se deterioraba estando cerrado y nos agarraba desesperación.
EB: Pero también tenés otra realidad, que es el Ytororó Lodge.
GA: Exactamente. Ytororó Lodge fue una locura de mi viejo, a sus setenta y pico de años. Fuimos a Dos de Mayo, nos mostraron y vimos la naturaleza que había. Eso ocurrió hace unos 15 años atrás. Pudimos invertir allí, hicimos un lodge, sin un gran plan de marketing tampoco, pero con muchas ganas y mucha pasión. El lodge está hace 10 años: lo veníamos sosteniendo a veces desde acá con el hotel, pero por suerte desde que se abrió el turismo interno en Misiones, todo ese rubro de lodges, no solo el Ytororó, tuvo un auge porque la gente no podía ir a otro lado y empezó a consumir y a viajar. Teníamos habilitado sólo los fines de semana. Ni yo ni ninguno de mis colegas pensamos que la gente iba a querer salir por esta cuestión sanitaria, por cuidarse más, pero empezó a salir y a demandar los fines de semana. Ahora en enero hay muchos pedidos y ya se puede ir toda la semana. Por suerte toda esa línea de lodges, cabañas, bungalós, campings está siendo muy demandada, por el contacto con la naturaleza, la poca cantidad de habitaciones y el tener un lugar de descanso. Y bueno, hubo emprendedores valientes a lo largo de esto años que fueron a invertir al medio del monte, con todo lo que significa eso, porque hay un montón de imponderables y hoy el misionero se encuentra con esos servicios.
“Desde que se abrió el turismo interno en Misiones, todo ese rubro de lodges, no solo el Ytororó, tuvo un auge porque la gente no podía ir a otro lado y empezó a consumir y a viajar. Teníamos habilitado sólo los fines de semana. Ni yo ni ninguno de mis colegas pensamos que la gente iba a querer salir por esta cuestión sanitaria, por cuidarse más, pero empezó a salir y a demandar los fines de semana. Ahora en enero hay muchos pedidos y ya se puede ir toda la semana”.
EB: Allí en la cámara tenés a clientes amigos, colaboradores, la comunidad en general. Dejáles un mensaje para el 2021.
GA: Les digo que no bajen los brazos. Mi propia experiencia: hoy me preguntabas si tuve bajones. Tuve muchísimos. Es muy difícil tener todos tus negocios cerrados. Hacemos e hicimos lo que pudimos. Les deseo que sigan teniendo exitos y mucho esfuerzo.
EB: ¡Gracias Gustavo!
Hotel Julio Cesar
Entre Ríos 1951, Posadas, Misiones.
https://www.juliocesarhotel.com/
Ytororó Lodge
Ruta Nacional 14 km 961.3, Dos de Mayo, Misiones.
Instagram: @ytororolodge