Juan José Szychowski: “La prioridad fue cuidar la salud de los consumidores y de todos los eslabones de la cadena yerbatera”

El presidente del Directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate efectuó el balance de un año 2020 atípico, signado por la presencia del COVID 19. Destacó el enorme desafío asumido por todo el sector yerbatero para preservar la salud de sus operarios y trabajadores y, al mismo tiempo, garantizar la inocuidad y calidad de cada paquete de yerba mate que llega a las góndolas.

 

 

Tras un año pleno de desafíos para la gran industria yerbatera, el dirigente también aseguró que la asistencia a los productores, a través de capacitaciones y programas de apoyo, los controles de calidad y el aporte de todos los miembros de la cadena conformaron los aspectos claves en un contexto tan complejo y difícil de sobrellevar.

 







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Florencia Scromeda: Juan José, desde que inició su gestión, el 28 de abril del año 2020, se ha visto la reiterada implementación de diversos programas de apoyo destinados a los distintos eslabones de la cadena yerbatera. ¿Cuál es la razón de ser de estos programas y cuáles son los objetivos concretos que con los mismos se apunta alcanzar?

 

Juan José Szychowski: Bueno, el Instituto basa todo su funcionamiento en un plan estratégico que se realizó hace unos años y que hasta hoy está vigente. Cuando asumí mi gestión comencé a ver lo que trabajó cada uno de los eslabones de la cadena yerbatera -los obreros, productores, yerbateros y molineros- y lo plasmamos en un nuevo plan, en donde están las acciones definidas. En base a ello, fui implementando las que aún no estaban vigentes y mejorando las que ya estaban en marcha.

 

Tener una visión a largo plazo es muy importante para nuestro sector. A partir de allí tomamos un montón de medidas y a las mismas las revisaremos durante el 2021, ya que no lo pudimos hacer este año a causa de la pandemia. Creemos que ante todo debemos cuidar la salud de la población, los consumidores y de todos los eslabones de la cadena.

 

FS: Como bien decía, durante este año la actividad de toda la cadena yerbatera se vio enmarcada en un contexto muy particular a causa de la pandemia del Covid-19 y en consecuencia quisiera saber cómo afectó esta situación a las actividades desarrolladas por el INYM y qué acciones se llevaron a cabo para poder afrontarla.

 

JJS: En el momento en el que asumí la gestión estábamos en plena pandemia, con mucho miedo, no sabíamos bien qué medidas preventivas adoptar y en consecuencia establecimos ciertas reglas, que para el momento fueron muy importantes. La primera fue hablar con todos los eslabones de la cadena para generar protocolos de trabajo, priorizando sobre todo la salud de nuestros trabajadores, productores y consumidores.

 

Adoptamos dos medidas muy importantes: por un lado, estuvieron los protocolos para cada sector de la actividad, en donde explicitamos el uso de barbijos y la aplicación de alcohol en gel en el ingreso a las empresas, dimos instrucciones de cómo desarrollar las distintas actividades y, a nivel nacional, desarrollamos una gran campaña que fue muy bien recibida: “Cada uno con su mate”. Si bien el espíritu de la yerba siempre fue compartir, en esta instancia se tradujo en un compartamos, pero cada uno con su mate. No es que el mate contagie, lo que contagia es la irresponsabilidad de la gente. En esa línea, tratamos de concientizar a la población y a los consumidores de que tenían que ser responsables, por la salud individual y también para cuidar la salud de su entorno.

 

La campaña dio muy buenos resultados, tuvimos equipos de acción rápida y cuando hubo problemas en un determinado municipio o provincia salíamos a contarles nuestras acciones, informamos sobre cómo se debe limpiar un mate, prepararlo y sobre la importancia de no compartirlo; eso permitió que los niveles de venta se mantengan muy parejos a lo largo del año, era el objetivo.

 

FS: Hablaba de que los niveles de venta se mantuvieron a lo largo de todo el año, pero aplicándose todas estas medidas y, en consecuencia, adaptándose al contexto de cuarentena…  ¿Cómo se mantuvieron estos niveles de producción y consumo de la yerba mate en comparación a años anteriores?

 

JJS: Estamos finalizando el 2020 y lo que venimos viendo en las estadísticas son datos muy similares. Tenemos una variación de un 2% o 3%, pero la verdad es que estamos muy satisfechos con la evolución de toda la cadena durante este año tan especial, atípico y difícil de llevar adelante en un proceso productivo.

 

“A nivel nacional, y en cuanto a exportaciones y producción, creo que vamos a terminar un año con buenos volúmenes. Creo que esto es parte del gran esfuerzo que hizo el Instituto, las empresas, los productores y los trabajadores como para poder trabajar y seguir adelante con esta actividad, que es tan importante para el norte argentino”.

 

 

FS: Como bien lo anunciaron durante los últimos meses las autoridades del INYM, con el objetivo de controlar la calidad de la yerba mate, se han desarrollado diversas tareas de fiscalización. ¿Cuáles fueron los ejes de acción y junto a qué organismos trabajaron en conjunto para poder desarrollarlos?

 

JJS: La verdad es que la provincia de Misiones nos dio una gran mano. Siempre que pedimos, trabajamos en conjunto, y las acciones que desarrollamos son de primera mano. El instituto se vinculó en varias ocasiones con el Ministerio de Salud, fue así que se trabajó sobre un sistema a través del cual el Instituto aportó dos ambulancias -una para la provincia de Misiones, otra para Corrientes-, justamente para generar que durante el periodo de cuarentena haya asistencia, y colaborar así con ambas provincias.

 

Con la provincia de Misiones hubo una vinculación más directa, ya que la producción mayoritaria está aquí. Junto al Ministerio de Gobierno se impulsaron muchas acciones, generando la prevención del robo de la yerba mate. La verdad es que estamos muy contentos con el desarrollo de estas acciones en conjunto.

 

FS: En este contexto también se vieron restringidas las acciones de promoción del consumo de yerba mate, tanto en nuestro país como en el exterior. En consecuencia, ¿qué acciones se planifican dentro del INYM para poder impulsar o, mejor dicho, ir en búsqueda de nuevos consumidores en los próximos meses?

 

JJS: Bueno, nosotros vamos a trabajar sobre todo en redes sociales, en base a un gran cambio de visión. Antes el Instituto iba a ferias, en donde había mucha presencialidad, y como ahora no se puede hacer más esto, a través de las redes sociales, los medios televisivos y las radios estamos implementando diversas acciones, que nos arrojan buenos resultados.

 

“La verdad es que esta pandemia nos cambió la forma de ver la realidad, nos adaptamos y tratamos de hacerlo de la manera más rápida posible, ya que nuestro deber radica en lograr que la cadena funcione, adaptándonos -sobre todo- a la nueva realidad, a las nuevas formas de comunicación y vinculación. En eso estamos trabajando y tenemos un muy buen equipo, que permanentemente genera aportes”.

 

FS: Tiempo atrás, el INYM realizó el lanzamiento del Servicio de Extensión Yerbatera. ¿De que se trata concretamente y cuales son las modalidades de implementación de este programa?

 

JJS: El Instituto nunca tuvo un área de extensión dentro del territorio y de las chacras, pero sí dentro de otras instituciones. Nosotros creemos que el INYM tiene que estar muy vinculado con el productor y a raíz de ello realizamos, hace un par de meses, el lanzamiento de un programa en el que incorporamos a trece ingenieros agrónomos, a quienes vamos a asistir con la movilidad para que estén permanentemente vinculados con los productores yerbateros, en la experiencia del ida y vuelta. El Instituto no va a generar una campaña sobre un programa de extensión que sea para todos igual, sino que buscará llegar a cada chacra de manera individual, ver cuáles son sus necesidades y en base a ello asistir de manera personalizada. Algunos pueden tener problemas de suelo, otros de fertilidad y otros problemas con sus plantas que están mal cosechadas. Con estos programas buscamos que, en un marco general, se le sirva de ayuda a cada productor. Cada chacra es distinta a la otra, y por lo tanto sus problemáticas también. Creo que el programa de extensión va a dar muy buenos resultados, ya estamos recibiendo buenas devoluciones y creo que estamos emprendiendo un buen camino.

 

“Dentro de todas nuestras actividades tenemos que lograr que el productor se sienta respaldado por el Instituto, ya que éste nace de un gran reclamo que los productores realizan en el año 2001, y nosotros tenemos que devolverle esa vinculación, para que se sientan parte del INYM. Entre todos tenemos que trabajar para fijar nuestras metas y lograr un producto que sea de excelente calidad, sustentable en el tiempo y que satisfaga los intereses de toda la cadena”.

 

FS: ¿Qué visión tiene del futuro en cuanto al desarrollo de la actividad, basándonos en la sustentabilidad y el mercado de consumo?

 

JJS: Nosotros tenemos que trabajar muchísimo sobre la calidad. Es un deber del Instituto que, cuando un consumidor nos elija sobre otra infusión, nosotros nos pongamos a competir mano a mano, día a día, por un espacio en la góndola. La cantidad de líquido que consume una persona por día es limitada, y nosotros tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que nos elijan sobre las otras infusiones. Esto se logra, fundamentalmente, con buena calidad.

 

“En este sentido el Instituto está implementando un montón de medidas para reforzar los controles de calidad y que al consumidor llegue un producto de excelente calidad”.

 

FS: Estamos cerrando un año con muchas incertidumbres, pero eso no impide que proyectemos alcanzar nuevas metas. Desde su posición como presidente del directorio del INYM, ¿Cuáles cree que son los desafíos más importantes a afrontar durante la gestión del año 2021?

 

JJS: Tenemos que ver que va a suceder con la pandemia, esto va a ser muy importante. En base a eso tenemos que trabajar cuidando la salud de todos, de forma individual y colectiva, ello va a posibilitar que podamos atravesar esta etapa tan difícil de una mejor manera; trabajando con muchos protocolos en el sector de la producción, de los secaderos y molinos, y haciendo campaña a nivel nacional para que la gente sepa que tiene que cuidarse, cada uno con su mate. Trabajar mucho sobre la calidad del producto, en la sustentabilidad a largo plazo y en que los obreros rurales, los peones y tareferos estén cada día un poco mejor. Asistiendo en todo lo que podamos, capacitándolos para que tengan una chacra en excelentes condiciones, para poder trabajar de forma cómoda.

 

Te recuerdo que nosotros asistimos con más de 100 millones de pesos en herramientas destinadas a los productores, con motosierras, motoguadañas y tijeras electrónicas, que sirven precisamente para mejorar las condiciones de trabajo, junto a guinches, jaulas para transportar yerba, transportadoras y sapecadores de acero inoxidable para los secaderos; y al sector industrial con buenas prácticas de manufactura. Éstas son todas medidas que adopta el Instituto para que la sustentabilidad de la cadena sea a largo plazo y nos brinde siempre mejores resultados.

 

FS: Para ir finalizando la entrevista voy a hacerle tres preguntas que tienen como objetivo indagar en un plano personal. La primera tiene que ver con lo sucedido este 2020; el 17 de marzo se produjo un punto de inflexión al decretarse la cuarentena en nuestra provincia y todos atravesamos distintas sensaciones. En su caso, si tuviera que resumirlas en una sola palabra, ¿Cuál sería?

 

JJS: Creo que la palabra es responsabilidad. Todos tenemos que ser responsables, y en este periodo nos dimos cuenta de que muchas veces tomábamos decisiones egoístas sin pensar en el otro. En esta situación nos dimos cuenta de que tenemos que ser responsables de nuestras acciones para poder cuidar al que está al lado. La palabra responsabilidad es fundamental.

 

FS: ¿Hubo alguna habilidad que pudo descubrir, o que quizás ya había descubierto, pero pudo acrecentar durante este periodo de cuarentena?

 

JJS: Creo que nos estamos vinculando de otra manera. Ahora nos dimos cuenta de que podemos hacer un montón de cosas sin la necesidad de trasladarnos, a través de -por ejemplo- el famoso ZOOM. Creo que esto va a implicar todo un cambio en nuestra manera de trabajar y comunicarnos.

 

FS: La tercera y última pregunta tiene que ver con los replanteos. Si se replanteó distintas cosas, ¿Cuál podría decir que es el más importante?

 

JJS: El replanteo más importante que me hago es que todo es muy circunstancial, todo pasa muy rápido. Quizás no nos damos cuenta de todo lo bueno que tenemos, de todo lo lindo que estamos viviendo. Este año de repente apareció un virus en China y nosotros decíamos que no nos iba a tocar, luego estaba cerca y resulta que hoy lo estamos padeciendo en nuestro país, en nuestra provincia, en nuestra familia. Tenemos que tratar de, con responsabilidad, disfrutar de cada momento y cada minuto, ya que no sabemos que puede llegar a pasar en el futuro.

 

FS: Por último, me gustaría que mire a la cámara y se imagine que detrás de la pantalla están los miembros de la cadena yerbatera, las autoridades y la sociedad en general, y pueda brindarles un mensaje con el cual quisiera despedir este 2020 y recibir el 2021.

 

JJS: Lo que les diría es que nos cuidemos entre todos y que seamos responsables, ya que nuestras acciones están influenciando al que está al lado. Si nos cuidamos nosotros finalmente cuidamos a nuestros seres queridos y a todos los que nos rodean. Seamos muy responsables en esta instancia.

 

FS: ¡Juan José, gracias!

 

 

Instituto Nacional de la Yerba Mate.

 

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