Distribuidora JB: fuerte crecimiento de ventas, en un contexto de restricciones y regulaciones

Con un equipo de 200 colaboradores, un parque automotor de 60 vehículos propios y un estilo de trabajo incansable, Distribuidora JB atiende a más de 3.500 clientes al mes en Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa y es un líder indiscutido del mercado de alimentos en la Región NEA. Entrevistamos a su socio gerente, Carlos María Beigbeder.

 

 

Florencia Scromeda: En primera instancia quisiera que abordemos la historia de esta empresa, que ha conseguido convertirse en una de las distribuidoras más importantes de la Región del Nordeste de nuestro país.

 







Carlos María Beigbeder: Empezaron mi tío y mi papá hace cerca de 40 años o un poquito más. La idea de ellos fue venir unos años y después volverse a Buenos Aires, nosotros somos de allá. Y después de llegar a Misiones y a Corrientes todo cambió, y decidieron quedarse, tener familia, hijos y nietos y ya no nos fuimos. Comenzaron ellos cuando había rutas que eran de tierra y era mucho más complejo hacer el trabajo que hoy hacemos nosotros. Fue un desafío enorme, y no solo ellos fueron los fundadores, sino los que hicieron los cimientos de esto con lo que nosotros después pudimos seguir adelante y transformarlo.

 

FS: ¿Cuál podrías decir que es la filosofía que sustenta esta evolución de la empresa?

 

CMB: Nunca se pensó en una filosofía. Es parte de lo que te inculcan: seriedad, honestidad, trabajo. El orden, la limpieza, son parte de eso que queremos transmitir: me encanta tener los vehículos en buen estado, pintados, con nuestros trabajadores con su ropa de buena manera, adecuada, con sus uniformes, con el pelo corto. Tratamos de mantener esa imagen de pulcritud y de hacer las cosas como quizás se hacían antes, con tecnología nueva pero sin perder esas costumbres que me parece que hoy son más necesarias que nunca.

 

FS: La empresa no ha logrado sólo expandirse en distintos puntos de este territorio sino también en cuanto a la cadena de productos. Hoy, en cuanto a infraestructura y servicios, ¿qué es lo que le presentan a la comunidad?

 

CMB: Tenemos cerca de 3.500 clientes compradores mensuales, atendemos todos los puntos de venta: supermercados, autoservicios, despensas, kioscos, vinotecas, estaciones de servicio, y para cada cliente tenemos un tipo de vendedor. Atendemos en Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa con cerca de 60 vehículos propios de reparto con más de 40 vendedores, con supervisores y mucha gente detrás: son alrededor de 200 personas que trabajan hoy en JB lo cual hace que tengamos bien desarrollada la distribución física y la ponderada. Es importante, a la hora de seleccionarnos para hacer distribución para una empresa que viene de afuera, que podamos llegar a muchos puntos de venta. Hoy lo que busca una multinacional o una empresa nacional que fabrica productos es que todos sus productos estén en la góndola de un autoservicio, o en la puntera de una vinoteca. Ese tipo de cosas es lo que necesitan y nosotros lo podemos llevar a cabo porque nos eligen día a día.

 

Hoy lo que busca una multinacional o una empresa nacional que fabrica productos es que todos sus productos estén en la góndola de un autoservicio, o en la puntera de una vinoteca. Ese tipo de cosas es lo que necesitan y nosotros lo podemos llevar a cabo porque nos eligen día a día.

 

 

FS: Este año las actividades de la empresa se vieron enmarcadas en un contexto muy particular como lo fue el de la cuarentena que se decretó en marzo en la provincia, y quisiera saber cómo impactó en las actividades de la familia que integra la Distribuidora JB.

 

CMB: Familiarmente no hemos tenido mayores inconvenientes. En líneas generales uno se termina aggiornando, termina adaptándose a todos los cambios. Para nosotros fue un año comercial muy bueno: hemos tenido incremento de volúmenes y por supuesto de facturación, pero creo yo que hubo cosas que no estuvieron del todo bien por parte del gobierno que nos limitó, en muchos casos, a hacer solo una correcta distribución. Hubo localidades cerradas, hay todavía provincias que tienen protocolos bastante extraños para poder entregar los productos. En el caso de Formosa el chofer no debe bajarse del camión. Fueron multados en algunos casos por ir al baño. Hay cuestiones que todavía están un poquito delicadas. Yo no estoy en contra de los cuidados: de lo que estoy en contra es de los protocolos absurdos, que fomentan que se acrecientan los negocios grandes y dejan de lado los negocios más chiquitos, los micros emprendedores, los clientes, que tienen una capacidad económica menor al resto. Entonces esta tarea de distribución que debemos llevar adelante es un poco compleja con esta clase de normativas. Pero, en líneas generales, la verdad es que para nosotros fue un año muy interesante. Muy difícil para todo el mundo, para algunos habrá sido peor que para otros, pero para nosotros muy interesante.

 

Yo no estoy en contra de los cuidados: de lo que estoy en contra es de los protocolos absurdos, que fomentan que se acrecienten los negocios grandes y dejan de lado los negocios más chiquitos, los micros emprendedores, los clientes, que tienen una capacidad económica menor al resto. Entonces esta tarea de distribución que debemos llevar adelante es un poco compleja con esta clase de normativas.

 

FS: Un año rentable en términos de venta, pero respecto de las restricciones de las que hablabas, ¿en algún momento tuvieron inconvenientes con el abastecimiento?

 

CMB: Si, por supuesto. Todo el año lo pasamos con este flagelo de los Precios Cuidados, los precios máximos, de llevar adelante negociaciones con las empresas que no permiten ser rentables en muchos de los productos. Hemos tenido multas, hemos tenido cuestionamientos por parte de estas instituciones (NdR: hace referencia a los organismos de control) que no eran del todo lógicas. Respuestas, en muchos casos, absurdas. Tuvimos que salir a poner abogados para explicar lo obvio. Nosotros vivimos en un país con inflación, y las empresas aumentan los precios por X motivo. Nosotros somos rehenes de esa situación, nuestros clientes son rehenes de esa situación, y hemos recibido multas por ello.

 

FS: ¿Qué avizorás para un futuro en términos económicos?

 

CMB: Veo un 2021 un poco más calmo que el 2020; entiendo yo que la vacuna puede llegar o no llegar, pero hará que la gente esté un poco más despreocupada, volviendo a su vida normal. Si bien puede demorarse, la solución del Covid está más cerca y eso va a hacer que se vuelva de a poco a la normalidad. Va a haber un montón de cosas que no van a cambiar nunca más: el Zoom y la tecnología van a ser cada vez más frecuentes en el uso, así como el trabajo de oficina. Van a haber muchas empresas que van a decidirse por el trabajo remoto, a hacer las cosas de otra manera. El Covid nos enseñó que se pueden hacer las cosas diferente y con cierto grado de éxito y mucho más rentables en tiempo y económicamente para parte de la sociedad. Nosotros a partir del Covid cambiamos nuestro horario: hacemos horario corrido y eso es algo que todo el mundo ponderó. A todos nuestros colaboradores les sirve, les gusta, achicar el riesgo de algún tipo de accidente. Así que el Covid para nosotros no solo fue movilizador en términos económicos sino en cambiar nuestra organización, y eso hizo que la gente estuviera más contenta cuando viene a trabajar. Y eso para mí es muy interesante porque te acerca un poco más a las necesidades del otro.

 

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FS: Estamos finalizando un año con muchas incertidumbres, pero eso no quita que podamos hablar de los futuros proyectos y las expectativas que quiere alcanzar para el 2021 el equipo de Distribuidora JB.

 

CMB: Bueno, en la Argentina es difícil proyectar hacia adelante. Nosotros estamos haciendo acuerdos con nuestros proveedores para programar los próximos 6 meses de trabajo, nuevamente con un crecimiento ambicioso. Veremos si se dan las posibilidades. Estamos cambiando en el depósito todo el lay out, modificando toda la estructura de racks. Ya hemos comprado las máquinas necesarias para eso, para trabajar más eficientemente. Incorporé nuevos vehículos, y, aparte de todo eso, estoy desarrollando una huerta orgánica que le permita a nuestros colaboradores llevarse la verdura que ellos mismos van a cuidar. Tenemos un técnico agrónomo que está detrás del proyecto y la idea es que a partir de marzo se pueda concretar aquello de que cada colaborador y su familia vengan y lleven verduras a cambio de un pequeño sacrificio de una hora semanal para regar y cuidar. Mi intención es que esa familia que reciba verduras las reciba a cambio de algo, pero que se lleve productos de calidad que no tengan ningún químico, ningún pesticida. Nuestra huerta es totalmente orgánica desde el principio al fin. Y esa es la idea: tener gente que trabaje con nosotros agradecida y a la altura de las circunstancias, pero que también reciba premios por hacer las cosas bien. Como sociedad necesitamos premiar a la gente que hace las cosas bien, y en la Argentina, normalmente, el que hace las cosas bien siempre está relegado. Intento cambiar eso, desde mi pequeño microclima, haciendo que la gente que haga las cosas bien reciba un premio que no sólo sea dinerario, sino también que su experiencia de trabajar aquí dentro sea diferente.

 

 

Como sociedad necesitamos premiar a la gente que hace las cosas bien, y en la Argentina, normalmente, el que hace las cosas bien siempre está relegado. Intento cambiar eso, desde mi pequeño microclima, haciendo que la gente que haga las cosas bien reciba un premio que no sólo sea dinerario, sino también que su experiencia de trabajar aquí dentro sea diferente.

 

FS: Voy a hacerte tres preguntas con el objetivo de indagar en un plano personal. El 17 de marzo, cuando se decretó la cuarentena, fue un punto de inflexión muy fuerte para todos. En una sola palabra, ¿cuál fue la idea o cuáles fueron los sentimientos que tuviste en ese momento?

 

CMB: Desconcierto. ¿Qué vamos a hacer a partir de ahora? Esa fue mi primera sensación. Y nosotros, que estamos dentro de las empresas esenciales porque entregamos alimentos a los supermercados y la gente necesitaba alimentos, pasamos la pandemia trabajando. Pero sí, fue raro. Tenía mucha gente con las vacaciones programadas que se suspendieron, cosas para hacer pensadas para este 2020 que iba a ser diferente, y la verdad es que no pasó eso. Creo que nadie supo al principio qué iba a pasar. A nuestra clase dirigente a nivel nacional le faltó bastante por mejorar, por supuesto que con el diario del lunes siempre es más fácil de leer. Al principio fue difícil para todos. Particularmente este fue un año larguísimo, porque no tuve esas pequeñas vacaciones que hacían que el año rindiera diferente.

 

FS: ¿Hubo alguna habilidad que descubriste o que quizás ya habías descubierto, pero que pudiste fomentar en este período de cuarentena?

 

CMB: Con esta nueva manera de trabajar aprendí a usar el Zoom, el Google Meet, y otras cosas que no usábamos. Yo solo usaba Skype. Recibíamos muchas visitas de los proveedores: todas las semanas teníamos dos o tres que nos visitaban y por suerte se tuvieron que quedar en Buenos Aires y hacer una videoconferencia. Para nosotros eso fue liberador. No perdés tiempo. Y es la verdad. Nos venían a visitar un montón de proveedores, para salir a ver los clientes, para estar con los supervisores, que querían ir a Paraguay, que querían ir a comer, querían divertirse, que los paseemos… Y la pandemia para nosotros fue buenísima en ese sentido porque se tuvieron que quedar. Creo que la cabeza de las empresas cambió en ese sentido porque el gasto que ocasionaba eso era importante, y pudimos manejarlo con bastantes buenos resultados a través de la computadora.

 

FS: Durante este período todos nos replanteamos cosas, que tienen que ver con cosas que hicimos o con aquellas que tenemos pendientes por hacer. Si tuvieras que elegir uno de estos replanteos, ¿cuál sería?

 

CMB: Mi tiempo. Por sobre todas las cosas, lo que voy a perseguir en el 2021 va a ser delegar más, y tener más tiempo para mí. Creo que a partir del 2021 vienen grandes cambios para mí. Ya puse una persona que se está ocupando de ciertas tareas que hacía yo, y mi intención es que esa persona se ocupe de más cosas y poder tener más tiempo para mí. No quiero estar 20 años más de la misma manera en la que estuvo los primeros 20 años. Así que mi intención ahora es cuidarme más yo, y tener más tiempo para mí.

 

Ya puse una persona que se está ocupando de ciertas tareas que hacía yo, y mi intención es que esa persona se ocupe de más cosas y poder tener más tiempo para mí. No quiero estar 20 años más de la misma manera en la que estuvo los primeros 20 años. Así que mi intención ahora es cuidarme más yo, y tener más tiempo para mí.

 

FS: Del otro lado de la cámara están tus pares empresarios, tus clientes, tu familia, tus amigos. Brindarles el mensaje con el cual quisieras despedir el 2020 y hables de tus deseos para el 2021.

 

CMB: Personalmente espero que a la Argentina le vaya mejor. Necesitamos volver a aquella Argentina en la que la gente era valorada y respetada por su trabajo. Creo que como sociedad hemos sido muy golpeados y necesitamos volver a aquello de que el trabajo dignifica. Necesitamos ese país diferente, tranquilo, austero, que sea un ejemplo nuevamente, y entiendo yo que, si bien el camino es largo y difícil, se puede hacer, y que hay que estar más unidos que nunca. Necesitamos ayudarnos entre todos, porque nos gobierne quien nos gobierne hoy o mañana, nosotros tenemos que hacer la diferencia, y eso implica trabajar en conjunto por sobre todas las cosas.

 

FS: Gracias Carlos.

 

Distribuidora JB S.A. 

 

Av. Martín Fierro 3879. Posadas, Misiones. 

 

https://www.distribuidorajotabe.com/

 

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