Atravesamos el año 2021 con buenos números, pero para consolidarnos en el 2022 debemos contar con políticas activas permanentes 

Por Alejandro Haene(*)

 

Estoy convencido que el año 2021 fue un año de importante movimiento económico y financiero en la provincia de Misiones, lo que hizo que por ejemplo se abrieran sucursales de algunos algunas cadenas ya establecidas y también que nuevos comercios en algunos casos porque habían cerrado con la pandemia o que nunca habían trabajado, tuvieran la valentía de emprender y trabajar. Lo que se ha logrado es una consolidación en lo que hace a un trabajo intenso a sabiendas que hasta hace 30 días las fronteras con Paraguay y con el Brasil estaban cerradas.

 

Eso sin lugar a dudas sirvió para potenciar el movimiento interno y un ejemplo es el crecimiento de la recaudación provincial. En la misma línea de trabajo, la industria en general trabajó en forma sostenida siendo conscientes que hubieron sectores como el tealero en los que los precios internacionales bajaron con un aditamento muy fuerte: No es lógico que el dólar oficial por el cuál se vende y se cobra tenga una diferencia del 100% con el dólar por el cuál se guían la mayoría de los proveedores de insumos y servicios.







 

Lo que dejó el IPC de noviembre: Inflación anual del 51,2%, piso del 17,2% de inflación promedio para 2022 y elevada volatilidad de precios relativos. El IPC nacional subió 2,5% en noviembre con lo cual reduce la tasa respecto a los dos meses previos (3,5%). Por lo tanto acumula 51,2% en los últimos doce meses y 45,4% desde diciembre de 2020, indican los informes económicos. 

La inflación es un síntoma de desequilibrios económicos, que hace muchos años no se puede resolver de manera sostenida en Argentina. Esto se puede apreciar observando la volatilidad que presentan los precios relativos. Tomando como referencia cuatro años atrás (noviembre de 2017) se aprecia que el precio relativo de alimentos y bebidas tienen una tendencia creciente y se encuentran un 5,4% por encima del nivel general. Y otros rubros presentan una elevada volatilidad, como es el caso de Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles. Se aprecia que estuvieron 18,8% por encima del nivel general en abril de 2018 y ahora se encuentra un 23,7% debajo. Y en el caso de Restaurantes y hoteles que se encuentran un 2,3% debajo del nivel general luego de alcanzar un mínimo en octubre de 2020 (9,7% debajo de noviembre 2017).

 

Un año con buenos números, pero …

Para rescatar lo importante, es que se han podido mantener todas las Industrias trabajando y manteniendo las plantillas del personal en relación de dependencia. El sector maderero continuó trabajando a buen ritmo, observándose un crecimiento en el movimiento de los establecimientos lo que hace presuponer qué de continuar este movimiento debería haber más toma de personal registrado que es los que se busca en primera instancia, incremento en el consumo de energía eléctrica y con mayores ventas tanto domésticas cómo externas.

 

-Respecto al sector yerbatero, internamente continúa el incremento en sus ventas y a la par que es muy importante, se han logrado abrir nuevos mercados en el exterior fruto de un trabajo intenso por parte de cooperativas y empresas.

 

En lo que hace al rubro hotelero es importante destacar la vuelta al trabajo desde hace 8/9 meses de todo lo que tiene que ver con establecimientos hoteleros rurales o lodges y últimamente la hotelería de 3, 4 y 5 estrellas. Con buen tino las autoridades municipales que definen los horarios de atención en cada ciudad, dieron la posibilidad para que los restaurantes y bares pudieran ir abriendo cada día más horas lo que redundó en un importante movimiento qué se potenció con preeminencia en Posadas pero que también se viene dando en el resto de la provincia. Esto hizo que una de las actividades más golpeadas durante la pandemia, volviera a trabajar a pleno.

 

En general todos los sectores sean del comercio, la industria, los servicios, el turismo, la construcción y las entidades pertenecientes al agro han estado a la altura de las circunstancias, con un trabajo permanente y arduo, intercambiando experiencias y colaboración con el sector estatal provincial.

 

Yendo a lo que precisa el sector empresario, deben aparecer nuevas condiciones para generar más inversiones, más empleo registrado y más derrame de  riqueza en tierra misionera. Es fundamental generar políticas activas que no sean transitorias sino que permanezcan en el tiempo para que los inversores locales, del resto del país o extranjeros se animen a tomar la decisión de instalarse en Misiones pero para ello es importante brindarles herramientas para generar empatía por parte del sector privado.

 

Debemos ser conscientes que la competencia con otras provincias para atraer inversiones, cada día se tornará más intensa y por ello debemos estar preparados para cuándo se den estas situaciones. Tenemos que tomar el toro por las astas y potenciarnos, hacia adentro y hacia afuera.

 

En otro sentido, observamos que varias ciudades están impulsando el desarrollo de parques industriales con un sentido de pertenencia a cada localidad. Posadas es el único Parque Industrial que posee de alguna manera todos los atributos previstos en las normas que los engloban pero ello no debe ser motivo para que se den las circunstancias y que en el resto de la provincia prospere este tipo de iniciativa, siempre hemos dicho compitiendo de igual a igual con el resto de las Industrias establecidas a lo largo y lo ancho de Misiones es decir que no haya un doble estándar.

 

Otro aspecto a resaltar y que debe ponerse sobre el tapete es tener en cuenta la presión fiscal nacional, provincial y municipal. Lo vengo sosteniendo en incontables oportunidades: en la medida que se incremente la cantidad de contribuyentes las alícuotas que se pagan deben tender a la baja y ese es el objetivo por el que debemos bregar.

 

Esto es, premiar a los contribuyentes qué haciendo un esfuerzo importante tributan mes a mes las tasas y los impuestos y fundamentalmente de esta forma lograr disminuir el costo empresario: pensemos que tasas e impuestos forman parte de los costos y de los presupuestos y en esa línea de trabajo soy un convencido que hay que volver a trabajar con la Nación para que exista un subsidio para las empresas electro-dependientes (fundamentalmente porque no tenemos otra energía alternativa) teniendo en cuenta los aumentos habidos durante el año 2021 y los que potencialmente se podrían dar en el 2022.

 

Esto, para que haya previsibilidad en el armado de presupuestos lógicos pero también en el mismo sentido, hace falta un plan económico del gobierno nacional que sea consistente, que tenga aristas de verosimilitud y sobre todo que permanezca en el tiempo. Trabajar con una inflación anual del orden del 50% después de tantos años que venimos con estos porcentajes en forma casi constante, hace muy difícil por no decir imposible porque los costos no se pueden mantener mes a mes y, fundamentalmente, por un hecho qué tiene que tener su correlato con la realidad fáctica: el empresario no puede estar pensando permanentemente en el cambio de precios de los insumos que precisa para la producción del producto final. Lo ideal es tratar de volver a niveles de inflación lógicos y cuando digo lógicos me refiero a que no pasen del 15% o el 18% anual (máxime cuando los países que nos rodean no pasan del 8/9% con extremos cercanos al 5%).

 

En ese sentido quiero traer a colación una información obtenida la semana pasada en un foro y que la verdad da para pensar y mucho: en Colombia hay 55 empresas por cada mil habitantes,  en Chile 50, en Brasil 25 y en Argentina solamente 13. Eso habla a las claras de lo importante y necesario que es brindar las herramientas para que se creen nuevas empresas más allá de si poseen 1, 5, 10 o 100 empleados. Precisamos  seguridad jurídica y tributaria a las empresas para que sepan que a mitad de año no van a cambiar las condiciones sino que se van a mantener en el tiempo, ejemplo por un mínimo de 5 años.

 

No debemos dejar de citar la importancia de los Programas Ahora en sus diferentes formatos y que abarcan prácticamente todos los rubros, con el objetivo de fidelizar a los compradores basándose en la premisa de brindar reintegros, descuentos y la posibilidad de compras a plazo sin intereses.

 

Esto es una apretada síntesis de lo que pasó en el 2021 y hacemos hincapié en que deseamos consolidar la economía misionera a la que todavía le faltan herramientas para terminar de ser la octava  economía del país que para algunos durante la pandemia pasó a ser la séptima pero es central y determinante disminuir los costos de logística al estar lejos de los centros de distribución, consumo y los puertos; lograr una mejor distribución de la energía eléctrica, disminuir la presión fiscal pero es fundamental que los beneficios que se obtengan para la provincia sean indefectiblemente para los 77 municipios.

 

La mejor forma de llevar a la práctica la federalización en nuestra provincia es que todos, desde Posadas hasta Iguazú -sea por rutas nacionales 12 y 14, la ruta Costera o las rutas provinciales-, cualquiera sea la empresa que se instale y más allá de su tamaño, tenga las mismas condiciones que el resto, por ello es que debemos propender a un entramado económico que se fortifique día a día teniendo como premisa potenciar la provincia.

 

 

(*) Presidente de la Confederación Económica de Misiones (CEM)

 

 

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